Son las condiciones o reglas invisibles para lograr que el amor crezca en todas nuestras relaciones, fluya en orden y armonía; es una de las grandes contribuciones de Bert Hellinger al mundo de las constelaciones familiares y las dinámicas en las familias. El orden es el eje vital por medio del cual se mantiene en equilibrio la alegría, paz y prosperidad, permitiendo que fluya el amor. A continuación se presentan los órdenes del amor:
1. Derecho a la pertenencia:Nadie debe ser excluido de la familia, todos tienen derecho a pertenecer y formar parte, buenos, malos, ricos, pobres, víctimas y victimarios, inocentes y culpables etc.
2. Respeto a la jerarquía: Los adultos tienen mayor jerarquía sobre los posteriores. Es decir las generaciones nuevas se ajustan a lo establecido por los anteriores y eso incluye: dinámicas, reglas, lealtades, costumbres e implicaciones.
3. Equilibrio entre dar y tomar: Cuando existe un desequilibrio se genera sufrimiento y problemas, es por ello que para cada ámbito se da un orden diferente. Padres e hijos: los padres dan, los hijos toman. Hermanos: se encuentran en la misma línea jerárquica, aunque tiene prioridad el primogénito sobre el siguiente y así sucesivamente. En la pareja: Es una relación de adultos, ambos dan y toman del otro mientras sea en equilibrio se fortalece sino tarde o temprano terminara.
¿Qué sucede cuando se trasgreden alguno de estos órdenes?
Se crea dolor y sufrimiento, que se ve reflejado en enfermedades, relaciones conflictivas, falta de prosperidad, adicciones, traumas, etc Vivimos con tristeza la vida, odiando internamente a mamá, pensando en él hubiera con alguna ex pareja de hace 20 años, queriendo reconstruir el pasado y que fuera diferente. Envolviéndonos en una espiral o circulo vicioso que puede durar toda la vida.
Pero en la medida que se vayan sanando todas esas heridas, traumas y conflictos, y sobre todo entendiendo que formamos parte de un conjunto de historias familiares unidas por hilos invisibles que nos impactan y afectan; mirándolas con amor y agradeciendo y honrando lo sucedido, podremos estar como adultos en la vida aceptando todo tal como es, sin querer reeducar a nuestros padres, ayudar o cargar algún destino difícil o identificándonos con ancestros ya fallecidos.
Las constelaciones familiares ofrecen esta alternativa de sanación y en gran medida parte del respeto y reconocimiento de los órdenes del amor. Si aprendemos a mirar sin reproches a nuestros padres, hermanos, familiares o ex parejas nos hacemos un poco más libres y vamos liberándonos de esas cargas pesadas que traemos desde el momento de nuestro nacimiento. Un paso a la vez avanzamos a estar en paz y tranquilidad ¿Qué no es al final a lo que todos aspiramos?, a ser felices con sus buenos y malos momentos, estar en paz y tranquilidad.
Y tu cuál de los tres órdenes del amor consideras que deberías trabajar?, ¿Cuál ha sido tu experiencia con la terapia?
Fuente: Ordenes del Amor, Bert Hellinger, España, 2001, Editorial Herder.
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